Abraza los cambios en tu vida

Hace unos días escuché un podcast donde se hablaba acerca de la torpeza de los nuevos inicios, de los nuevos roles que repentinamente “debemos” desempeñar, y del impacto que esto puede tener en nuestras vidas. Eso me inspiró a compartir con ustedes lo que pienso al respecto, ya que yo también creo que una de las partes más complicadas de hacer un cambio así es el periodo de ajuste, y yo quiero ayudarte a verlo desde otra perspectiva.

Pero, ¿por qué sentimos que cambiar es algo difícil? Bueno, pues eso es porque muchas veces es incómodo salirnos de esa zona segura en la que nos sentimos bien, donde ya conocemos cada paso, y en la que, de cierta forma, el resultado ya está perfectamente calculado. Al final, esa seguridad hace que nos sintamos en “control” de lo que pasa en nuestras vidas y termina por convertirse en parte de nosotros.

El reto aparece cuando, al modificar la ecuación, dejamos de tener el “control” sobre lo que obtendremos y comenzamos a experimentar diferentes emociones. Algunas de las más fuertes son, sin duda, el miedo a equivocarnos, la rareza de lo desconocido, el no saber si la decisión tomada es la adecuada, la incomodidad de lo nuevo y, obviamente, la incertidumbre que supone el elegir otro camino.

Mi día de descanso

Ya sea por el acelerado ritmo de vida que muchos de nosotros llevamos o por todas esas demandas de nuestro día a día, la mayoría de las personas dejan al descanso al final de su lista de cosas por hacer.

Asimismo, y de forma equivocada, algunas personas confunden al descanso con la flojera, o sienten que si descansan no están siendo productivos. Es más, muchos creen que darse un “break” es una “pérdida de tiempo”.

En este blog hemos hablado varias veces de la importancia que tiene el permitirnos un tiempo de recarga y de darle a nuestro cuerpo y mente ese tiempo de desconexión que tanto necesita. Hoy pensaba de nuevo en ello y en lo vital que es cargar pilas, especialmente después de esos periodos de trabajo más exigentes o de esas semanas en las que estamos trabajando en un proyecto que nos demanda horas extra — hablo de esos días de trabajo más largos, sin interrupciones y en los que estamos enfocados al 100.

Un pequeño recordatorio

Cuando siento que necesito enfocarme de nuevo en mi camino al bienestar, repaso los siguientes puntos, los cuales espero que puedan servirte de guía:

• Este es un proceso y todos los días trabajamos en las decisiones que nos acercan a nuestros objetivos.

• Es normal tener días en los que no hay avances o en los que sentimos que hemos retrocedido.

• Los ajustes que hacemos son paulatinos. Eso nos ayuda a integrarlos poco a poco a nuestro estilo de vida y acostumbrarnos a ellos.

• No existe una fórmula que sea estándar para todos. Una gran parte de este proceso se basa en el concepto de bio-individualidad.

¿Sabes qué es el camu-camu?

Durante estas semanas que hemos estado platicando acerca de la importancia que tiene la vitamina C en nuestro bienestar general, sé que te has detenido a revisar qué tanto la consumes y, sobre todo, cómo y dónde puedes encontrar los suplementos adecuados que la contienen.

Ahora que ya sabes que es soluble en agua —lo que hace que el cuerpo la elimine fácilmente y que no la almacene ni la produzca de forma natural—, sabes también lo relevante que es asegurarte de tomarla diariamente. El hecho de que sea una de las vitaminas de consumo más frecuente hace que exista un sinnúmero de opciones disponibles en el mercado, pero, ¿cómo puedes saber cuáles son las mejores?

Ya hemos platicado anteriormente que el consumo de multivitamínicos no es lo ideal, ya que la mayoría de estas pastillas son difícilmente absorbidas por nuestro cuerpo y no contienen las cantidades mínimas necesarias. En mi opinión, terminan siendo más bien un gasto que desechas a través de la orina casi de inmediato.

¿Conoces las principales fuentes de Vitamina C?

Después de enumerar los múltiples beneficios y la importancia que tiene en nuestro cuerpo el consumo adecuado de la vitamina C, me gustaría compartir contigo algunos puntos para mejorar tu experiencia con este nutriente excepcional.

Antes que nada, hay que considerar que la vitamina C es soluble en agua, lo cual significa que no se almacena en el cuerpo y que se elimina con facilidad al tomarla. Asimismo, nuestro cuerpo no tiene la capacidad de producirla, por lo que captarla en nuestro organismo dependerá de su consumo por medio de alimentos, o bien, de suplementos.

Recordemos que nuestras células y tejidos se renuevan de manera diaria, así que es relevante asegurarnos de tomar este nutriente de manera constante y de que las cantidades sean las adecuadas.

La Vitamina C

Cuando hablamos de vitaminas y sus superpoderes, la vitamina C aparece como pieza fundamental de nuestra salud, con múltiples beneficios como fortalecer el sistema inmunológico (especialmente cuando se trata de enfermedades relacionadas con los cambios de estaciones como la gripe o la influenza) y mejorar la salud de nuestra piel.

La verdad es que hay muchas otras áreas en las que el ácido ascórbico (como también se le conoce comúnmente a esta vitamina) tiene injerencia —desde qué tan bien se mueven nuestras articulaciones hasta cómo se encuentra nuestro estado de ánimo—, lo que la convierte en un nutriente clave para nuestro bienestar en general.