Ayudar a las personas a encontrar un espacio seguro en la alimentación, es mi pasión y misión. Me encantaría trabajar contigo y conocer tu historia.
Ayudar a las personas a encontrar un espacio seguro en la alimentación, es mi pasión y misión. Me encantaría trabajar contigo y conocer tu historia.
Estoy convencida que, con el proceso adecuado, podemos eliminar paradigmas, miedos y creencias limitantes.
Creo que la perseverancia es la clave del éxito, que debes experimentar, caerte y aceptar eso como forma de aprendizaje.
En este blog, comparto ideas y consejos para trabajar en armonía con nuestros hábitos, teniendo como enfoque principal la salud y el bienestar integral. El cuerpo no sólo es físico, y no podemos enfocarnos sólo en una zona.
Es mi deseo que aquí encuentres información útil, relevante o al menos que inspire en ti el inicio del proceso de cambio.
El mundo de los suplementos nutritivos puede ser abrumador porque ofrece muchísimas opciones, lo que puede crear algo de confusión. Sin embargo, tomarse el tiempo de encontrar la mejor proteína en polvo para ti puede marcar la diferencia en tu camino hacia una vida más saludable. Estos son los mejores tipos de proteína en polvo actualmente en tiendas:
Consumir licuados de proteína es un tema que ya hemos tocado varias veces, pero también es uno que constantemente genera dudas, como cuáles son las ventajas de hacerlo, o si realmente son un apoyo para nuestro estilo de vida saludable.
En respuesta, creo que uno de los muchos beneficios de incorporar esta opción a nuestro día a día es lo práctico y fácil que es preparar esta bebida. Es una opción segura que permite sustituir cualquier alimento del día, tanto después de un entrenamiento como en esos momentos en los que tienes hambre, pero no tienes tiempo de prepararte algo y prefieres darle algo nutritivo a tu organismo en lugar de comprar algo en la máquina dispensadora.
También es una forma práctica de incluir una buena cantidad de nutrientes en una sola mezcla, lo que en ocasiones es complicado lograr.
Como ya sabes, el consumo de proteína en nuestro día a día es una prioridad, por lo que introducir un licuado puede añadirle de 20 a 30 gramos de proteína en una sola porción, garantizando así tu objetivo diario.
Hace unos días, al analizar una etapa no muy lejana de mi vida, puse en perspectiva cómo era yo en ese momento y cómo me siento hoy. Muchas veces pensamos que nuestra evolución y nuestro crecimiento no son algo notorio, ya sea porque quizás no estamos en nuestro “ideal” o porque no hemos llegado a ese momento en el que creemos que podemos decir que verdaderamente hemos evolucionado.
Sin embargo, la oportunidad que he tenido en las últimas semanas de ver en perspectiva esa determinada etapa en comparación con mi actualidad me ha permitido confirmar y valorar muchas áreas de mi crecimiento personal. Es como verse a través de una lente que no sabías que estaba ahí, sopesando el gran impacto que tienen dichas áreas en lo que hoy son prioridades y todo lo que el bienestar conlleva.
Hoy te comparto diez puntos que pueden ayudarte a darte cuenta de las cosas que tu proceso de evolución ha ido impactando:
El Día de la Tierra no se trata de política, ni de nuestra opinión sobre el calentamiento global, ni de nuestra preferencia o aversión hacia las diferentes tendencias o modas sobre este tema. Para mí, el Día de la Tierra es, una celebración, sí, pero también una gran oportunidad para hacer un balance de mis hábitos diarios y su impacto en el planeta.
Este año quiero compartirte un recordatorio práctico de pasos muy básicos que todos deberíamos de seguir para reducir nuestros desechos y nuestra carga tóxica. Echa un vistazo a la lista, pregúntate si te has saltado alguno de los conceptos básicos y haz un esfuerzo por hacer el cambio.
Una práctica que aplico constantemente en mi vida es realizar una revisión honesta para detectar esos patrones de conductas o situaciones que impactan mi bienestar. Mi consejo al llevar a cabo esta práctica es que te observes sin juicio y que recuerdes que no se trata de ponerse en el papel de víctima, sino más bien de mantener una mente abierta y curiosa y plantearte preguntas como “¿cómo puedo marcar la diferencia?”, o “¿cómo puedo asegurarme de que mi vida se sienta más intencional?”
¡Ah, el amor propio! Algo que parece ser lo más fácil del mundo, pero que en realidad es un músculo más por ejercitar. Como hemos visto anteriormente, querernos a nosotros mismos es primordial para nuestro bienestar integral, así que hoy quiero compartir contigo algunas prácticas que pueden ayudarte a confiar más en ti mismo y a potenciar el amor que ya existe en ti, ¡la clave para lograr tus objetivos de salud!
Escribe de 3 a 5 cosas que te gusten de ti mismo. Tendemos a obsesionarnos con las cosas que queremos cambiar de nosotros mismos, pero, ¿qué pasaría si pusieras ese enfoque en las cosas que amas de ti mismo? Esto puede ser externo ("me encantan mis ojos" o "cuido mi piel y se nota") o interno ("estoy orgulloso de lo lejos que he llegado" o "amo mi mente curiosa"). Reserva unos minutos al día o a la semana para poner esto en práctica y observa lo que se desarrolla en tu diálogo interno.
Una de mis tareas como coach de salud es ayudar a mis clientes a conectarse con sus verdaderas motivaciones para trabajar en su bienestar. Durante mis años de experiencia, he podido detectar que es mucho más fácil mantener hábitos saludables desde el amor (especialmente por ti mismo) que desde el miedo.
Esto funciona así: cuando tienes una fuerte relación contigo mismo, naturalmente querrás hacer cosas que nutran tu mente, tu cuerpo y tu alma. Contrariamente, si tu salud comienza a sentirse como una tarea o un trabajo, es hora de profundizar e identificar cuál es tu motivación.
¿Por qué el amor propio es esencial para lograr cualquier objetivo de salud?
Mis clientes acuden a mí con varios objetivos, desde cómo elegir alimentos más saludables o controlar el estrés, hasta cómo implementar una nueva rutina de ejercicios, pero hacer estos cambios en tu vida puede resultar abrumador cuando no tienes una base sólida para conectarte y confiar en ti mismo.
El complejo B es un conjunto de vitaminas B, un grupo de nutrientes solubles en agua que tienen muchas funciones importantes en el cuerpo. Generalmente contienen lo siguiente:
Durante las semanas que platicamos sobre el impacto del azúcar en nuestro cuerpo, he recibido muchas preguntas sobre este tema, así como solicitudes de sugerencias prácticas para estabilizar la glucosa a través de los alimentos o para que los “picos” o el nivel de azúcar sea más estable.
Como ya lo platicamos, cada vez que consumes algún tipo de alimento que contiene azúcar, tu cuerpo reacciona liberando insulina para descomponerlo y convertirlo en glucosa. Ojo: recuerda que no sólo nos referimos a ponerle azúcar al café o tomar refrescos, sino que estamos hablando de cualquier alimento que se considere carbohidrato y que, al consumirlo, el cuerpo lo “entiende” como azúcar, pues de ahí obtendrá energía.
Cabe mencionar que, independientemente de si padeces o no diabetes tipo 1 o 2, los beneficios de mantener una alimentación balanceada, evitando los niveles altos de glucosa en nuestra sangre, incluyen muchos factores que ayudan a tu bienestar integral, desde tu estado de ánimo, energía y claridad mental, hasta tu salud hormonal, calidad de sueño, niveles de inflamación y mucho más.
Uno de los temas de salud que más se mencionan actualmente es la importancia de nuestra salud mental y el impacto que esta tiene en nuestro día a día, por lo que hoy comparto contigo los alimentos que considero fundamentales para el correcto funcionamiento de nuestro cerebro.
Aguacates: aportan grasas monoinsaturadas, que ayudan a mantener un flujo sanguíneo saludable.
Arándanos: protegen a tu cerebro del estrés oxidativo y reducen los efectos del envejecimiento cerebral. También hay estudios que demuestran que pueden ayudar con la memoria.
Hay varias cosas que podemos hacer para estabilizar el nivel de azúcar en la sangre y, a su vez, mejorar la salud. Como ya hemos aprendido durante estas semanas, en las que hemos ahondado más en este tema, lo primordial es que esto se vuelva tu estilo de vida y no que sea algo que modifiques solo por un día o una semana y aun así esperar resultados duraderos. Para ayudar a prevenir la diabetes y otros problemas de salud, es importante hacer modificaciones a largo plazo que prioricen tanto la dieta como el ejercicio.
La buena noticia, sin duda, es que muchas de las afecciones pueden revertirse o mantenerse en un nivel controlado si aprendes a llevar un estilo de vida enfocado en evitar los consumos excesivos e innecesarios del azúcar.
Estos son algunos de mis consejos para lograrlo:
Para muchos, el hablar de la presencia del azúcar en la sangre puede ser sinónimo de consumir azúcar simple o golosinas, pero, en realidad, el nivel de glucosa puede verse afectado por varios factores, así que el día de hoy veremos uno por uno para un mejor entendimiento.
LA DIETA
Cuando consumes carbohidratos simples, como el azúcar de mesa o los productos elaborados con harina refinada, estos se convierten rápidamente en azúcar en la sangre. Con el tiempo, el exceso en la ingesta de estos carbohidratos puede descarrilar la insulina saludable y la regulación de la glucosa, lo que lleva a problemas como la diabetes tipo 2.
De la misma manera, cuando comes demasiada azúcar, obligas al cuerpo a trabajar más duro para encontrar el equilibrio. Los carbohidratos complejos, como las leguminosas, las verduras y las frutas, también son fuentes de azúcar en la sangre, pero, a diferencia de los simples, estos aportan fibra natural, lo que ralentiza la digestión de los hidratos de carbono y la posterior liberación de azúcar en sangre.
Ahora que ya sabes cómo se metaboliza el azúcar en la sangre y la forma óptima en la que nuestro cuerpo puede aprovecharla, me gustaría platicarte acerca de los problemas de salud relacionados con este tema.
Cuando nuestro nivel de azúcar en la sangre es demasiado alto o demasiado bajo, esto causa un desequilibrio. Estos son algunos de los padecimientos que se relacionan con estos desajustes:
La semana pasada, después de hablar acerca del consumo del azúcar en nuestro artículo anterior, surgieron varias preguntas e inquietudes de parte de ustedes, por lo que hoy quisiera compartirte más información sobre el impacto que esta sustancia tiene en nuestro bienestar.
Como antecedente, el azúcar en la sangre, conocido como glucosa, es el combustible que mantiene vivas nuestras células y su funcionamiento. Esta proviene de todo tipo de hidratos de carbono (o carbohidratos), como el azúcar simple (por ejemplo, el azúcar de mesa, la miel de abeja, las frutas y las verduras) y de los carbohidratos complejos, como los granos, las leguminosas y las harinas; incluso una pequeña cantidad de las proteínas y las grasas que comemos se convierte en glucosa.
La mayoría de los tejidos prefieren la glucosa como combustible, sin embargo, como algunos de ustedes ya saben (especialmente quienes siguen alimentaciones bajas en carbohidratos, como la dieta cetogénica o keto), el cuerpo tiene la capacidad de obtener energía por medio de la quema de grasa o de carbohidratos, pero la realidad es que prefiere quemar carbohidratos. Por ponerlo de una forma muy simple, el usar carbohidratos le resulta más sencillo.
El azúcar es un tema que surge constantemente cuando analizamos los ingredientes que la mayoría de los productos contienen; te explico: la mayoría de las personas somos adictos al azúcar en sus diferentes formas. Ya sé, se escucha un poco drástico, pero es así y nuestra adicción nos obliga a consumir productos que la contengan. Por este motivo, la industria alimenticia —las empresas que producen cada unos de los productos que consumimos— se asegura de incluir azúcar entre los ingredientes. ¿Por qué sucede esto? Pues es simple: para que nosotros sigamos comprándolos y para que nos gusten mucho, así como decía el eslogan de una conocida marca de papitas: ¡a que no puedes comer solo una!
Por otro lado, los gobiernos regulan la industria alimenticia, fijando un “máximo” permitido de azúcar para evitar que las personas se enfermen. Hasta aquí podría decirse que el hecho de que se involucren y lo regulen es una buena medida, sin embargo, la parte compleja es que el azúcar, dentro de la lista de ingredientes, puede ser nombrada de un sinnúmero de formas, lo cual provoca que un mismo producto pueda contener más niveles de lo que, a primera instancia, puede estar descrito como simple azúcar. Es decir, el producto contiene más azúcar de varias fuentes.
No sé si conoces esta sensación, pero muchas personas tienen días en los que sienten como si todo fuera demasiado; en los que llegan a ese punto en el que pareciera que todo está a punto de desbordarse; en los que la vida les sobrepasa y encuentran difícil regresar al centro.
Me queda claro que esta acumulación de estrés, ansiedad, situaciones que nos rebasan y sentimientos que nos hacen confrontarnos y reevaluar nuestras prioridades no es algo que sucede de un día para otro; es un cúmulo de cosas que tal vez en un momento dado no sabemos manejar y que, por llamarlo de alguna forma, se sale de control.
Conforme vamos trabajando en ser más conscientes de nuestros detonantes, patrones, estilo de vida y de esos estresores que nos impactan, es común tener más momentos en los que nos sentimos al límite. Pero, ¿por qué pasa esto? Pues porque en lugar de ignorarlo, taparlo o no entenderlo, aprendes a reconocerlo y, en consecuencia, se vuelve más complejo no verlo, no sentirlo y no hacer nada al respecto.
Creo que una de las cosas que más gusto me dan es ver cómo el concepto de bienestar ha ido evolucionando y, de cierta forma, normalizándose e integrándose en nuestro día a día. Cada vez es más común encontrar opciones disponibles que van de la mano con mantener un estilo de vida saludable, y no solo me refiero al tema de la alimentación o a que existan más opciones adecuadas para nuestro cuerpo, hablo también de todas esas actividades relacionadas con nuestro bienestar, como clases, retiros, información, talleres, libros y aplicaciones, por nombrar algunos.
Con base en esto, te comparto algunas áreas que este 2024 seguirán en tendencia dentro del tema de bienestar; esto te ayudará a incluirlas en tus objetivos de salud.
Hace unos días leí esta frase que me hizo reflexionar sobre el impacto que alguna de nuestras versiones tiene en nuestro yo actual: “Algunas personas, especialmente la familia, optarán por recordar y reconocer la versión de ti que para ellos tiene más poder, sin importar cuánto tiempo haya pasado o cuánto hayas cambiado”
¿A qué me refiero con esto? La frase menciona a la familia, pero yo considero que aplica para cualquier relación que haya durado varios años y que, en ocasiones, nos “ancla” a permanecer o vivir con una etiqueta de que “somos” alguien que quizá ya no somos más.
Una de las razones por las que estás decidiendo poner tu bienestar como prioridad tiene como base un fin mayor, como lo es sentirte mejor, estar en paz o encontrar el balance —la definición que para ti sea la adecuada—, bajo tus propios términos y a tu ritmo.
Hace unos días, con motivo de las reuniones y temas propios del inicio de año, algunos amigos y clientes me pidieron consejo para crear una lista de intenciones para el 2024 y lo que todo ello implica.
Como ya he compartido antes, considero que este proceso no se trata de crear una lista interminable de cosas que te causen más estrés, que te sientas “obligado” por cumplir, o que al término del año (o al cabo de unos meses) se vuelvan la excusa perfecta para juzgarte o “regañarte”.
Muchas veces, al no tener el enfoque adecuado al hacer una revisión para establecer tus intenciones, terminas por ponerte objetivos que no has analizado en su totalidad o que son poco realistas.
Una pieza clave al elaborar esta lista es que esté llena de cosas buenas para ti, que te ayuden a ser más feliz y a estar en paz, y que te permitan disfrutar más y/o preocuparte menos. En otras palabras, es indispensable disfrutar el proceso para poder alcanzar la meta.
Estoy segura de que, para muchos de nosotros, el 2023 fue un año de aprendizaje, crecimiento y desarrollo. Viendo en retrospectiva lo que fueron mis intenciones hace 12 meses y el cómo me siento hoy, puedo decir que este fue un año retador y que, en algunas partes, me movió de mis zonas seguras y cómodas para permitirme analizarlo desde otra perspectiva.
Una de mis constantes este año fue el ponerme como prioridad. La mayoría de mis intenciones y, por ende, mis decisiones, se englobaron en la importancia de ponerme en primer lugar y de dejar de ver esto como si fuera algo egoísta de mi parte.
A veces pensamos que al priorizarnos nos estamos olvidando de las demás personas y yo creo que es todo lo contrario. ¿Recuerdas lo que nos dicen en los aviones sobre el uso de las mascarillas de oxígeno como parte del protocolo de seguridad? La frase dice que primero debemos colocarnos la mascarilla de oxígeno a nosotros mismos para entonces poder ayudar a quien esté cerca.
Espero que hayas celebrado una Nochebuena y una Navidad ricas en momentos plenos. Aprovechando que estos días suelen ser de reflexión, evaluación y agradecimiento, en los que se comienza a trabajar en las intenciones para el año que está por comenzar, considero que esta es una excelente ocasión para observar dónde estamos hoy, si sentimos que no estamos donde queremos, o bien, si sentimos que estamos en el mismo lugar.
Hace unos meses leí sobre este tema, donde se mencionaba que el crecimiento, en muchos aspectos, sucede en espiral. Sin duda, me pareció una de las mejores formas de explicarlo, sobre todo para entender por qué a veces sentimos que no estamos avanzando, cuando, en realidad, sí lo hacemos.
Imagina una espiral: parece un círculo dando vueltas sobre sí mismo, sin embargo, al irse recorriendo, la espiral nunca vuelve a pasar exactamente por el mismo lugar. De la misma manera, tal vez tú puedas sentir que estás donde mismo, cuando, en realidad, ya estás uno o varios niveles más arriba, o más abajo (ambos lados son parte del proceso).
Ya estamos de lleno en la época de reuniones y celebraciones, donde siempre hay una buena excusa para propiciar momentos de fiesta y convivencia. Dichas reuniones, como ya hemos platicado antes, pueden tener un gran efecto en nuestro bienestar físico, en los hábitos que hemos estado trabajando todos los días y, sin duda, en nuestra salud mental, así que es importante tomar todo esto en cuenta para cuidarnos de forma correspondiente.
El sentir la presión social, tanto la fundamentada como la que solo vive en nuestra cabeza, impacta de muchas formas nuestro estilo de vida saludable. La semana pasada recibí muchos comentarios sobre este tema, y una de las inquietudes que más compartieron conmigo fue el establecer sanos límites para estas fechas, y lo drenante que puede ser asistir a lugares o celebraciones donde existen varios factores que nos ponen a prueba y afectan cómo nos sentimos.
Poner límites sanos y aprender a decir “no” no significa que seas inaccesible, que te estés perdiendo de algo, o que sufrirás de “FOMO” (“Fear of Missing Out”, que es ese sentimiento de tristeza por no haber sido parte de algo). Más bien, esta práctica te ayuda a que te des tiempo para revisar tus prioridades, decidir cómo te quieres sentir y elegir de forma consciente (y no por impulso) aquello que esté alineado con lo que para ti es relevante.
A medida que se acercan las fiestas, hay mucho por lo que estar presente, desde ver a nuestros seres queridos disfrutando de las tan tradicionales recetas navideñas y conviviendo hasta los simples placeres de perderse observando las luces parpadeantes del árbol de Navidad (confieso es de mis cosas favoritas de esta época, es como si me hipnotizaran).
Sin embargo, todos sabemos que esta temporada también viene con mucho estrés: compromisos sociales, balancear el trabajo (a veces excesivo) con las festividades de la época, compras de regalos, reuniones familiares, visitas, viajes, ¿necesitas que diga más? Sin duda, esta es una época que para muchos representa un gran reto, así que este es un buen momento para ayudarte a que tengas opciones para encontrar unos minutos de atención plena para ti, o como se diría en inglés, prácticas de Mindfulness.
Cabe mencionar que la idea no es que esto te represente un reto, o que sientas que tiene que quitarte una hora de tu día. Después de todo, la atención plena es el arte de tomar la vida un momento a la vez, de trabajar en no estar “escapándonos” sin realmente darle a nuestra salud mental la importancia que merece.
Hoy hablaremos acerca del ejercicio, pero nos enfocaremos específicamente en un detalle que a veces pasa un poco desapercibido, así que te invito a que prestes atención. En muchas ocasiones hemos enfatizado la importancia de mantener una rutina de ejercicio completa para nuestra salud, pero esta vez quiero que sepas muy bien el porqué y que esto, como todo, es un proceso con varias etapas.
Nuestro cuerpo requiere de movimiento y de ejercicios de fuerza para apoyar muchas de sus funciones de manera óptima y controlar el impacto en nuestros músculos y estructura ósea. Pero, así como es vital hacer ejercicio, hay algo que es igual de crucial, y eso es ayudar a que el cuerpo se recupere.
Usualmente, lo que más disfrutamos cuando terminamos un entrenamiento intenso, una rutina de cardio, o el ejercicio de nuestra preferencia es el sentirnos fuertes y satisfechos del trabajo realizado y de todo lo que podemos lograr, pero el excedernos sin darle al cuerpo el tiempo de recuperación adecuada eventualmente impactará tu rutina de ejercicio.
Nuevamente estamos en esa época del año en la que se celebra el día de acción de gracias en algunos países y, como ya lo he platicado en otras ocasiones, es una práctica que en lo personal disfruto y que me permite conectarme de forma más consciente con las cosas que agradezco en mi vida.
Hace unos meses asistí a un retiro llamado “Tu luz y tu sombra”. En otro blog te platicaré más sobre esta gran experiencia de vida y del ser tan mágico que fue la guía durante el mismo, pero en esta ocasión quiero hacer hincapié en la relación que tiene este retiro con el tema de hoy: la gratitud.
Agradecer se ha vuelto tendencia dentro de las diversas áreas que abarca el bienestar. De hecho, se considera una importante herramienta para la salud emocional y mental. Sin embargo, esta práctica tiende a tener siempre una connotación positiva, lo que conlleva el peligro de caer fácilmente en la “positividad tóxica”.
Una de las inquietudes que comúnmente observo en mis clientes, en esta comunidad de bienestar que hemos formado, es la sensación de que tener balance en nuestras vidas es inalcanzable. Es visto como algo ajeno que solo podría lograrse si todo cambiara o si los astros se alinearan de forma inversa. Créeme, sé de primera mano lo abrumador que este sentimiento de imposibilidad puede llegar a ser.
Hay trabajo por hacer. Una de las primeras cosas es tomarte un momento de análisis real y honesto contigo mismo. Revisa tus rutinas, tus hábitos y aquellas cosas con las que ya no te sientes cómodo. Sé sincero: ¿cuántas veces sigues haciendo algo solo porque tienes la costumbre de hacerlo y no porque te sientes identificado o porque verdaderamente te aporta algo?
Analiza cómo te sientes cuando haces una actividad que disfrutas y cuáles son las actividades que drenan tu energía o con las que ya no te sientes cómodo. Recuerda que no se trata de juzgar o ver las cosas a través del lente de la victimización o la culpabilidad; más bien se trata de encontrar esas áreas que son tus focos rojos.
La estrella del día de hoy es el magnesio y esto es porque se trata de un mineral fundamental para el buen funcionamiento de los sistemas muscular, nervioso, cardiovascular e inmune. Para darte una idea, el magnesio interviene en más de 300 reacciones bioquímicas y 600 reacciones enzimáticas del organismo, por lo que muchos procesos vitales dependen de él. Estas son algunas de sus múltiples funciones:
Ayuda al mantenimiento del ritmo cardíaco
Regula las hormonas y los niveles de glucosa
Relaja los vasos sanguíneos, favoreciendo la circulación
Interviene en la correcta formación de huesos y dientes
Activa y relaja los nervios y los músculos
Participa en la creación de trifosfato de adenosina, el cual es vital para la obtención de energía celular
Es un catalizador de neurotransmisores, como la serotonina
Apoya la absorción de proteínas, carbohidratos y grasas en el proceso digestivo
Mejora la calidad del sueño
Ya hemos hablado de la importancia de incluir grasas saludables a diario en nuestra alimentación, y esto es debido al enorme impacto que tienen en nuestras funciones, tanto a corto como a largo plazo. Lo curioso es que mucha gente no lo sabe. Por más increíble que parezca, la calidad, la frecuencia y la cantidad de grasas saludables que consumimos en nuestro día a día influye en cómo envejeceremos y en las enfermedades que podríamos padecer.
Una de las opciones a las que tenemos acceso de forma fácil es el aceite de oliva, mismo que podemos incluir en nuestra alimentación de diversas formas aportando múltiples beneficios. Como plus, es un producto muy apreciado en la gastronomía por su suave sabor y su versatilidad.
Parte de las cosas que disfruto cuando comparto información con todos ustedes es el darme cuenta de lo fácil que es integrar algunos hábitos. Muchas veces, los alimentos más simples o aquellos a los que más fácilmente tenemos acceso de forma regular, sin implicar un gasto mayor, pueden tener un gran impacto en nuestro bienestar, así que hoy te platico acerca de una de mis especias favoritas que consumo de forma regular.
La canela es una de las especias más conocidas y utilizadas en todo el mundo, no solo por su delicioso sabor y aroma que va muy bien con otros alimentos, sino también por sus propiedades nutricionales. Este alimento puede ser consumido en polvo, entero (en forma de varitas), como aceite esencial o en suplementos.
Muchas personas prefieren consumirla en su estado natural, ya que consideran que esta es la mejor forma de aprovechar los beneficios que le aporta al cuerpo. Si eres de los que todavía desconocen sus propiedades, te comparto más sobre las virtudes que la diferencian de otras especias a continuación.
Como vimos en el blog anterior, la definición de salud es muy particular y es diferente para cada persona. Todos somos únicos e irrepetibles, con necesidades muy específicas. Por ende, aunque compartimos ciertas características, la forma en la que percibimos la salud también es distinta.
Dicho esto, sé que definir nuestro propio concepto de salud y bienestar requiere trabajo: trabajo de introspección, de análisis, de prueba, y de tomarte el tiempo de conocerte mejor. Como guía, te propongo que empieces por revisar en qué lugar te encuentras actualmente en referencia a estos factores que conforman la salud: