Básicos de cocinar: aceite y sal

Seguro me has escuchado (o leído) decir que mi recomendación es incorporar nuevos hábitos de forma paulatina, y no agresiva. Considero que vencer pequeñas batallas de forma consistente es el secreto para vencer las grandes.

De las primeras cosas que sugiero es revisar el aceite y la sal que consumimos normalmente.

Prepararme para el fracaso

Cuando iniciamos un cambio o un proceso de incorporación de nuevos hábitos, no nos damos el tiempo de pensar qué va a suceder si no lo logramos. No contemplamos los factores que nos puedan hacer regresar a los hábitos anteriores y cómo podríamos actuar en ese momento.

Considero fundamental entender que durante este proceso tendremos momentos de “fracaso” y frustración que nos harán desistir de nuestro objetivo.

Encuentra tu motivación

¿Qué es lo que te mueve para hacer las cosas? ¿Por qué las haces y a dónde quieres llegar con ello? Cada uno tenemos motivaciones muy distintas basadas en diversos objetivos. Muchas veces, cuando definimos nuestras metas, no nos tomamos el tiempo de encontrar el “motor” y origen de éstas, ni el entender el para qué.

Volver a aprender

Me gustaría explorar esta frase que seguido leemos “Locura es hacer lo mismo una y otra vez esperando obtener resultados diferentes”.

Somos seres de costumbres pues nuestro cerebro se “acostumbra” a realizar las mismas acciones de forma automática para evitar un mayor esfuerzo. Esto se conoce como la “ley del mínimo esfuerzo” y así dedica energía a otras funciones que requieren un desgaste mayor.