¡Gracias por estos primeros 100 artículos!

Hoy quiero compartir contigo que hemos llegado a los primeros 100 artículos de este blog y lo orgullosa que esto me hace sentir.

Poder escribir para ti ha sido una de las experiencias más gratificantes de los últimos años. Debo confesar que no pensé que lo disfrutaría tanto y mucho menos que esta práctica me llenaría de tantas formas.

Te agradezco por inspirarme y motivarme a crear contenido de calidad que te sirva de ayuda. Cada semana, cuando elijo qué tema abordar, me baso no solo en mis inquietudes sino, sobre todo, en aquellas cosas en las que me pides ayuda.

He disfrutado mucho con tus reacciones, tanto cuando me envías un mensaje compartiendo tus experiencias, como cuando me dices que modificaste uno de tus hábitos como resultado de lo que aprendiste al leerme, o que eso que envié era exactamente lo que necesitabas absorber en ese momento.

Mis Primeros 50

Hoy cumplo 50 años y me siento inmensamente feliz. Pienso en lo increíble que ha sido este viaje y en que estoy lista para muchos años más de vida plena; una vida llena de sueños, momentos mágicos, retos, aprendizaje, viajes y buenas pláticas con vino y comida deliciosa en compañía de todas esas personas que son importantes y que, de una u otra forma, están cerca de mí.

También me gusta pensar en cómo ha sido mi vida en cada una de sus etapas, con todo y los momentos fuertes, las enseñanzas, las pérdidas, los amores, los amigos y la familia. Revivo experiencias a través de mis recuerdos, como los viajes, vivir en diversos lugares y tener trabajos diferentes.

Cómo establecer límites de tiempo con éxito

Manejar nuestro tiempo, poner límites a las diversas actividades que realizamos y —¿por qué no decirlo? — poner límites a las personas con las que convivimos en nuestro día a día es un verdadero arte. Estamos acostumbrados a “permitir” que otras personas controlen nuestro tiempo y, de esa forma, nos movemos en función de lo que los demás nos permiten.

Una de las áreas en las que más tiempo pasamos es nuestro trabajo. La demanda de nuestra agenda, llena de reuniones, llamadas, entrevistas, etc. es muy alta. Esto nos deja con ventanas de tiempo muy cortas para llevar a cabo las actividades y proyectos que resultan de esas mismas citas.

De seguro has tenido esa sensación, después de un día lleno de juntas y reuniones “una tras otra”, de que ya terminó el día y no pudiste avanzar en tus pendientes. Lo sé, se siente como un “día perdido” que es estresante y en el que solo se acumulan más cosas por hacer.

¿Cómo manejamos nuestro tiempo?

Retomando el tema de establecer límites sanos, hoy quiero hablar acerca de la importancia de establecer límites en la forma en que manejamos nuestro tiempo.

Nuestro ritmo de trabajo, las actividades diarias y la sociedad en la que vivimos nos han enseñado (de manera equivocada) que parte del valor que tenemos como personas se calcula en función de lo ocupados que estamos (ya sabes, esa “necesidad” de llenar la agenda).

He aquí la relevancia de instituir límites de tiempo, priorizar las cosas que son importantes para ti y asegurarte de que estés reservando y respetando tu tiempo libre. Si, así como lo lees: dale la importancia a tu tiempo personal —lo necesitas para tu salud mental, tus momentos creativos y para recargar energía.

¿Por qué los límites de tiempo son tan cruciales?

Celebra tus logros

Celebra todos y cada uno de tus logros, porque solo tú sabes lo que hay detrás de ellos.

¿Cuántas veces logramos algo y, por sentir que no es algo digno de un premio, no le damos el valor que merece? Parte de nuestra cultura, de basarnos en grandes metas y logros, vuelve casi intrascendentes los “pequeños” pasos que nos llevan a realizarlos.

Enfatizo la palabra “pequeños” porque, de cierta forma, eso es lo que creemos que son: los calificamos como “no importantes” y los privamos del valor que verdaderamente tienen. Sin embargo, una gran parte de esos logros “menores” constituyen la base sobre la que las metas mayores pueden ser construidas.

Sana distancia

Ya sé, solo leer el título nos hace pensar en lo que para muchos no ha sido una etapa fácil debido al COVID, pero poco a poco hemos ido recuperando la posibilidad de compartir tiempo y espacio con muchas personas a quienes durante meses no pudimos ver ni tocar. Me gustaría ahondar un poco en esto.

Considero que mantenernos alejados ha sido una práctica muy compleja para todos. Durante meses se nos dijo que tener contacto con otras personas era algo peligroso, que lo mejor que podíamos —o debíamos— hacer era guardar “sana distancia”, y que eso, literalmente, nos salvaría la vida. Esto, como era de esperarse, ha tenido un efecto en todos nosotros.