¿En qué consiste el coaching 1:1?

¿Cómo es el coaching 1:1?

Son sesiones en las que trabajamos juntos, enfocándonos específicamente en tus requerimientos personales de bienestar y en las áreas que son más importantes para ti, o en las que consideres que necesitas más apoyo. Este tipo de programa se realiza en un periodo de 6 a 8 meses, con sesiones de 1 hora aproximadamente, 2 veces al mes.

Algo que me parece muy interesante es que este programa se va acomodando a ti. Claro que hay temas generales que te pueden servir sin importar el nivel en el que te encuentres, pero lo especial de estas sesiones es que se basan en ti y en tu avance, lo que, en mi experiencia, te permite tomar control de todas esas áreas que son cruciales en tu vida de una manera más puntual.

Revisas, haces ajustes y acomodas las cosas de tal forma que te vas sintiendo mejor conforme vas avanzando. Asimismo, como comienzas a ver cambios y resultados desde las primeras sesiones, empiezas a sentirte con mayor seguridad en tus elecciones.

¿Debo hacer ejercicio todos los días?

Esta es una pregunta que se repite frecuentemente entre mis clientes, pero entiendo perfectamente que así sea, ya que hemos escuchado diferentes opiniones al respecto a través del tiempo y hoy voy a compartirte la mía.

Es común que pensemos que hacer ejercicio va de la mano con bajar de peso, que ejercitarse implica invertir horas extremas en el gimnasio, sudando, “quemando” o eliminando todo aquello que no queremos en nuestro cuerpo o que tenemos que pagar o ganarnos los “excesos” que tanto nos tientan.

Pero déjame decirte que el ejercicio es algo muy distinto a eso y que no se limita a lo que anteriormente he mencionado. El poder movernos y fortalecer nuestros músculos, mejorar nuestro ritmo cardíaco, aumentar la capacidad pulmonar y liberar nuestra mente son algunas de las maneras en las que el ejercicio beneficia a nuestro organismo.

Abraza los cambios en tu vida

Hace unos días escuché un podcast donde se hablaba acerca de la torpeza de los nuevos inicios, de los nuevos roles que repentinamente “debemos” desempeñar, y del impacto que esto puede tener en nuestras vidas. Eso me inspiró a compartir con ustedes lo que pienso al respecto, ya que yo también creo que una de las partes más complicadas de hacer un cambio así es el periodo de ajuste, y yo quiero ayudarte a verlo desde otra perspectiva.

Pero, ¿por qué sentimos que cambiar es algo difícil? Bueno, pues eso es porque muchas veces es incómodo salirnos de esa zona segura en la que nos sentimos bien, donde ya conocemos cada paso, y en la que, de cierta forma, el resultado ya está perfectamente calculado. Al final, esa seguridad hace que nos sintamos en “control” de lo que pasa en nuestras vidas y termina por convertirse en parte de nosotros.

El reto aparece cuando, al modificar la ecuación, dejamos de tener el “control” sobre lo que obtendremos y comenzamos a experimentar diferentes emociones. Algunas de las más fuertes son, sin duda, el miedo a equivocarnos, la rareza de lo desconocido, el no saber si la decisión tomada es la adecuada, la incomodidad de lo nuevo y, obviamente, la incertidumbre que supone el elegir otro camino.

Mi día de descanso

Ya sea por el acelerado ritmo de vida que muchos de nosotros llevamos o por todas esas demandas de nuestro día a día, la mayoría de las personas dejan al descanso al final de su lista de cosas por hacer.

Asimismo, y de forma equivocada, algunas personas confunden al descanso con la flojera, o sienten que si descansan no están siendo productivos. Es más, muchos creen que darse un “break” es una “pérdida de tiempo”.

En este blog hemos hablado varias veces de la importancia que tiene el permitirnos un tiempo de recarga y de darle a nuestro cuerpo y mente ese tiempo de desconexión que tanto necesita. Hoy pensaba de nuevo en ello y en lo vital que es cargar pilas, especialmente después de esos periodos de trabajo más exigentes o de esas semanas en las que estamos trabajando en un proyecto que nos demanda horas extra — hablo de esos días de trabajo más largos, sin interrupciones y en los que estamos enfocados al 100.

Un pequeño recordatorio

Cuando siento que necesito enfocarme de nuevo en mi camino al bienestar, repaso los siguientes puntos, los cuales espero que puedan servirte de guía:

• Este es un proceso y todos los días trabajamos en las decisiones que nos acercan a nuestros objetivos.

• Es normal tener días en los que no hay avances o en los que sentimos que hemos retrocedido.

• Los ajustes que hacemos son paulatinos. Eso nos ayuda a integrarlos poco a poco a nuestro estilo de vida y acostumbrarnos a ellos.

• No existe una fórmula que sea estándar para todos. Una gran parte de este proceso se basa en el concepto de bio-individualidad.

¿Sabes qué es el camu-camu?

Durante estas semanas que hemos estado platicando acerca de la importancia que tiene la vitamina C en nuestro bienestar general, sé que te has detenido a revisar qué tanto la consumes y, sobre todo, cómo y dónde puedes encontrar los suplementos adecuados que la contienen.

Ahora que ya sabes que es soluble en agua —lo que hace que el cuerpo la elimine fácilmente y que no la almacene ni la produzca de forma natural—, sabes también lo relevante que es asegurarte de tomarla diariamente. El hecho de que sea una de las vitaminas de consumo más frecuente hace que exista un sinnúmero de opciones disponibles en el mercado, pero, ¿cómo puedes saber cuáles son las mejores?

Ya hemos platicado anteriormente que el consumo de multivitamínicos no es lo ideal, ya que la mayoría de estas pastillas son difícilmente absorbidas por nuestro cuerpo y no contienen las cantidades mínimas necesarias. En mi opinión, terminan siendo más bien un gasto que desechas a través de la orina casi de inmediato.