Mis recetas de agua de jamaica favoritas

Ahora que ya sabes los grandes beneficios que tiene el incorporar la jamaica a tu rutina de bienestar, me gustaría darte algunos tips para preparar el agua de jamaica perfecta en diferentes versiones saludables que te ayudarán a alcanzar tus objetivos.

En México, esta flor es fácil de encontrar en supermercados y mercados tradicionales. Por lo regular está disponible en su versión deshidratada, lo que permite que sus beneficios se conserven, pero últimamente también la he encontrado fresca, así que ahora tienes más opciones para elegir.

En cuanto a su preparación, una de las recetas más comunes es poner a hervir un litro de agua y, una vez alcanzado el punto de ebullición, agregar las flores secas (un puño de flores) y dejar hervir por unos minutos más. Luego se retiran las flores y ya: el agua está lista para ser consumida. Y bueno, pensarás que es algo simple, pero para mí esta receta tiene varias variantes. Aquí están mis favoritas:

La flor de jamaica y sus múltiples beneficios

Una de mis bebidas favoritas y que consumo casi a diario es el agua de jamaica. Además de que su sabor es delicioso, la jamaica aporta una gran cantidad de beneficios a nuestra salud, así que hoy vamos a conocerla mejor.

Conocida también como hibisco, esta planta se caracteriza por ser rica en antocianinas, un compuesto que le da su coloración característica roja y que, a su vez, le proporciona un gran poder antioxidante. También posee flavonoides, vitamina C y ácidos orgánicos, los cuales son compuestos que le confieren propiedades medicinales.

Crear espacio para que lo bueno llegue

Hoy quiero hablar de la importancia que tiene el hacer espacio en nuestra vida para que lleguen cosas buenas. ¿A qué me refiero con esto? Pues a que, en muchas ocasiones, nuestro día a día puede estar saturado de cosas negativas, como resultado de una fijación poco saludable de poner mayor atención a aquello que nos agobia.

Un problema en el trabajo que no puedes resolver fácilmente, una situación con un amigo que te hace sentir mal, o algo que te provoca una profunda tristeza son sólo algunas de las cosas que pueden sumergirte en una espiral de la que no es tan sencillo salir.

Sin embargo, al mismo tiempo que suceden cosas que nos afectan, también pasan otras maravillosas, así que el ejercicio que quiero proponerte el día de hoy es un paulatino cambio de perspectiva. Lo digo así porque no sucede de la noche a la mañana, pero es un proceso que puede hacernos sentir mucho mejor.

Mi reflexión sobre el nuevo etiquetado

Después de los recientes artículos en los que hemos ahondado en el tema de las etiquetas, con la tabla nutrimental incluida, algunos clientes me han preguntado qué es lo que opino acerca del nuevo etiquetado en México y si verdaderamente creo que proporciona información valiosa para tomar mejores decisiones.

En lo personal, considero que leer las etiquetas me ayuda a ver si un producto tiene los ingredientes que debería contener. Se trata de una práctica constante que llevo a cabo cada vez que voy al supermercado, la cual consiste en ver lo nuevo que ha llegado, su empaque, lo que promueve, revisar sus ingredientes y valores nutricionales y, por último, confirmar que efectivamente es lo que dice ser.

En muchos casos, las etiquetas son confusas, difíciles de leer, o están impresas en letras diminutas y de colores claros. Incluso algunos empaques ponen la información en la parte doblada con el afán de dificultar su acceso. Cuando ese es el caso, automáticamente descarto el producto. Digo, por algo hacen todo tan complicado.

¿En qué lugar de tu lista estás tú?

Hoy les quiero hablar acerca del cuidado personal y sus diferentes formas. Personalmente, a mí me gusta pensar en él en términos de pilares (emocional, físico, mental y social) para así intentar encontrar un equilibrio entre ellos.

Desde una perspectiva muy holística, el autocuidado pretende que la persona se honre a sí misma a un nivel muy profundo y, debido a que todos tenemos diferentes necesidades y experiencias, es normal que las formas de autocuidado sean también diferentes y cambien día con día según el individuo.

A final de cuentas, los requerimientos personales evolucionan dependiendo de lo que está sucediendo en la vida de cada quién. Es por eso que la clave está en hacer una pausa y tomarse el tiempo de evaluar tanto el interior como el entorno; sólo de esta forma podrás definir mejor qué es lo que verdaderamente necesitas y cómo puedes satisfacer esas necesidades.